Encaramos la recta del final de invierno cansados de tanto vórtice polar y con ganas de que llegue ese ansiado sol de primavera. El mes de febrero no ha sido malo en lo que a aprobados se refiere, cuatro nuevos alumnos han conseguido su carnet: Lucía (teórico y práctico a la primera), Pablo (práctico a la primera, ya tenía el teórico), Víctor (teórico a la primera y práctico a la segunda) y Manuel (que venía de otra autoescuela, tras varios intentos). Muchas felicidades a los cuatro!!! Especialmente dar la enhorabuena a Lucía que, prácticamente, se puede decir que es como de la familia.
Medicación Vs Conducción
Este mes queremos hacer hincapié en un aspecto de la conducción que no se suele tener en cuenta lo suficiente. Se trata de la conducción en caso de estar medicándonos con algún medicamento que merme nuestras capacidades físicas o psíquicas. Obviamente, todo medicamento tiene un lado beneficioso para nuestra salud que nos permite hacer frente a la enfermedad que se trate. Si bien no debemos olvidar que, en la mayoría de los casos, prácticamente todos tienen efectos secundarios y, en algunos casos, efectos adversos combinados con otras sustancias.
Entre los efectos adversos que más pueden afectarnos a la hora de conducir podemos destacar:
- Sueño.
- Descoordinación y pérdida de reflejos.
- Aturdimiento y confusión.
- Dificultad para la concentración.
- Vértigos.
- Problemas en la percepción.
Marcado de medicamentos
Desde 2007, cuando un medicamento puede afectarnos en nuestra capacidad de conducción, se hizo obligatorio que en el envase y en el prospecto se incluyeran unas señales y advertencias para que puedieran ser identificados rápidos. Así pues, en la caja del medicamento aparece un pictograma de un triángulo rojo con un vehículo en el interior. Dicho símbolo no implica por sí solo que, al tomar dicho medicamento, no se pueda conducir. Simplemente hace mención que debería leerse el prospecto (apartado “Conducción y uso de máquinas”). Igualmente, es aconsejable consultar a un médico en caso de necesitar usar el vehículo.
En lo referente a los efectos de los medicamentos en la conducción, la Unión Europea puso en marcha el proyecto DRUID (Driving Under the Influence of Drugs, Alcohol and Medicines). Este proyecto se centraba en clasificar los medicamentos en cuatro categorías en función de los riesgos de medicamentos y conducción. Estos niveles son:
Categoría 0: sin efecto sobre la capacidad de conducción.
Categoría 1: influencia leve sobre la capacidad de conducción. El mensaje es no conducir sin leer detenidamente el prospecto.
Categoría 2: influencia moderada sobre la capacidad de conducción. El mensaje es no conducir sin consultar con un médico o farmacéutico.
Categoría 3: influencia muy marcada sobre la capacidad de conducción. El mensaje para el paciente es que no conduzca.
Los medicamentos viajan contigo
La DGT presentó un tríptico llamado «Los medicamentos viajan contigo» en el que da consejos y efectos de los medicamentos sobre la capacidad para conducir. Del mismo nos gustaría destacar el cuadro con los efectos de los principales tratamientos que podemos tomar y los efectos que generan en nosotros.
También destacar sus 5 principales consejos:
- No consumir medicamentos por decisión propia. Consultar al médico o farmacéutico.
- Tomar la dosis que nos paute el médico. No todas las personas necesitan las mismas dosis.
- Ingerir más de un medicamento puede facilitar la aparición de efectos adversos.
- Precaución al iniciar el tratamieto o cambiar la dosis. El alcohol aumenta los efectos adversos.
- Leer siempre el prospecto. Ante cualquier síntoma extraño, consulte su médico o farmacéutico.