Alumnos que te ahorran el gimnasio

Alumnos que te ahorran el gimnasio

El caso de hoy es especial porque María no es una alumna más, es la cuñada de mi compañera Elena y hemos vivido muchos momentos juntas antes de que se apuntara a la autoescuela. Para ella esta era la segunda autoescuela a la que se apuntaba… y lo cierto es que ella misma admitía que estaba desmotivada y sin ánimos tras los tres intentos anteriores. Por suerte, el hecho de que nos tuviera a nosotras de profesoras le motivó, se apuntó… y vaya exitazo! Teórico y práctico a la primera. Para personas con estos problemas de falta de motivación y de confianza en sí misma, el haber aprobado ambos exámenes a la primera le ha supuesto el subidón de autoestima y confianza que necesitaba. Ahora no solo ha conseguido el carnet de conducir, sino que ha crecido como persona. Ese es el objetivo!

María realizó más prácticas de las que probablemente hubiera necesitado si hubiera confiado más en sí misma. Y claro, esos nervios, esa inseguridad, acaban pasándole factura a los alumnos… ¡y también a los profesores! Gracias a las prácticas con ella me he ahorrado unas cuantas sesiones de gimnasio por el dolor que tenía!! Y es que, durante las primeras prácticas, cuando el profesor coge el volante para corregir la dirección, los alumnos tienen la autodefensa de coger fuertemente el volante y hacer fuerza. Y claro, esto es un peligro porque si el alumno tiene más fuerza que el profesor, no se puede corregir la dirección y no controlamos el vehículo. Algunos alumnos lo corrigen en varias prácticas, pero en el caso de María ha costado bastante que no lo hiciera, con las consecuentes agujetas y dolores de brazos y de muñecas de intentar hacer más fuerza que ella. Gracias por ahorrarme el gimnasio, María!! Jajjaja

Señales en intersección

El examen que realizó fue totalmente perfecto y no tengo nada que comentar, así que comentaré uno de los fallos que cometía en las prácticas anteriores al examen. Al igual que nos ha pasado con anteriores alumnos, María tuvo problemas varias veces al realizar el mismo cambio de dirección a la izquierda porque está señalizado con un semáforo que, también es cierto, cuesta verlo. Recordar que cuando realicemos un cambio de dirección hay que buscar el semáforo y, si hay una linea continua transversal, sospechar que o bien hay semáforo o stop. Tantas veces lo repetimos que justo al terminar el examen, volviendo a la autoescuela, María me decía que se había quedado con las ganas de que el examinador le pidiera hacer ese giro y hacer el semáforo. Tanto practicarlo para nada!! Jjajaj.

Y con ese examen perfecto y con María controlando sus nervios y sus miedos a quedarse en blanco… otro alumno aprobado, otro carnet de conducir conseguido y la profesora con unos brazos fuertes y tonificados.

Felicidades, María!! Ha sido un placer tenerte como amiga y como alumna. Ahora a disfrutarlo!

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