Finaliza uno de los meses de marzo más lluvioso que se recuerdan y que ha marcado los exámenes y las prácticas del mes. La conducción con estos días se dificulta hasta para conductores más veteranos. Así que, aunque ya hablamos de la conducción con condiciones meteorológicas adversas hace un tiempo, vamos a intentar centrarnos este mes en la conducción con lluvia.
Respecto a los aprobados, como comentábamos, este mes no han podido pasar a examen muchos alumnos, pero aún así sumamos tres nuevos aprobados. Pamela (teórico y práctico a la primera), Sergio (teórico a la segunda y práctico a la primera), Paloma (teórico a la primera y práctico a la segunda), Alicia (teórico a la primera y práctico a la tercera) y Julia (teórico a la primera y práctico a la cuarta). Muchas felicidades a los cinco y, como siempre decimos, los intentos es un mero número, lo importante es salir preparados. Enhorabuena!
Conducción con lluvia
La DGT, en su revista, se focaliza en 5 puntos principales a tener en cuenta durante la conducción bajo la lluvia:
- Activar las luces de cruce o cortas (no los antinieblas).
- Aumentar la velocidad de los limpiaparabrisas en caso de adelantamiento.
- Revisar los neumáticos, frenos y amortiguadores antes de salir, especialmente si hace tiempo de su última revisión, para confirmar que estén en perfecto estado.
- Aumentar la distancia de seguridad con el resto de vehículos y reducción de velocidad.
- Cristales limpios y sin vaho. Lo ideal es abrir un poco la ventana y activar el aire acondicionado… o fijar una temperatura de 20º ó 21ºC.
¿Qué es el acuaplaning?
El acuaplaning se produce cuando al circular por una vía a gran velocidad por asfalto mojado, se forma una cuña de agua entre el neumático y la carretera. En esos momentos los neumáticos pierden contacto con la vía y se desliza sobre ella. Durante esos segundos el conductor pierde el control del vehículo, siendo incapaz de frenar, acelerar o girar el volante.
Uno de los factores que más afectan a la hora de reducir la probabilidad de sufrir accidente por acuaplaning es el control de los neumáticos. Es por ello que es aconsejable mantener los neumáticos inflados a una presión correcta y controlar la profundidad del dibujo para que estén siempre por encima de los 1,6mm (mínimo legal).
Al respecto del dibujo de los neumáticos, la marca de neumáticos Continental realizó un estudio que demostró que unos neumáticos nuevos pueden dispersar hasta 30 litros de agua por segundo a una velocidad de 80 km/h. Ese volumen de agua se va reduciendo conforme se reduce la profundidad del mismo aumentando la posibilidad de dicho efecto.
Además de la importancia en condiciones meteorológicas adversas, el dibujo de los neumáticos también es importante a la hora del frenado. Como indican en su artículo y se refleja en la infografía, «en los test de frenada realizados en la pista de pruebas de Continental, el Contidrom, con neumáticos con la banda de rodadura gastada hasta el mínimo legal de 1.6mm la distancia de frenada se incrementó en 6.9 metros comparándolos con neumáticos nuevos con 8 mm de profundidad de dibujo. Los neumáticos con una profundidad de dibujo de 3 mm solo tardaron 2,7 metros más en detenerse por completo».
¿Cómo actuar en caso de acuaplaning?
Cómo se suele decir «más vale prevenir que curar». Así pues, sea el estado de los neumáticos que sea, lo primero que deberíamos hacer al conducir con lluvia, es moderar y reducir nuestra velocidad para miniminazar los riesgos. Si, pese a ello, se produjera acuaplaning, es aconsejable sujetar el volante con fuerza, soltar el acelerador y pisar el embrague. Acto seguido, pisar suavemente el freno hasta que notemos que tenemos agarre de nuevo. En ese momento, enderezar de nuevo la trayectoria y reducir la velocidad.