El caso de Alfonso ha sido un poco peculiar. Él había estado anteriormente en otra autoescuela y ya tenía la teórica aprobada e incluso había realizado varias prácticas. Por motivos personales tuvo que dejarlo y, al pasar el plazo de dos años, le caducó la teórica y tenía que volverse a examinar. Y he aquí que su camino se cruzó con Trebolcar y, a base de un comportamiento ejemplar donde no faltó ni una sola clase y esforzándose al máximo, ha conseguido finalmente su objetivo: teórico y práctico a la primera… Alfonso, al final ha sido dos años más tarde de lo esperado, ¡pero debes estar muy orgulloso de haber conseguido tu meta!
Centrándonos en el examen, destacar que tuvimos una complicación que suele pasar muy a menudo y que hay que tener cuidado: cuando cambiamos de carril y lo hacemos al mismo tiempo que otro vehículo. Por ejemplo, tenemos una vía de tres carriles, tenemos un vehículo circulando por la derecha y nosotros circulando por la izquierda y, en un determinado momento, ambos queremos situarnos en el carril central. En este caso nada más sencillo: uno tiene que esperar. En el caso de Alfonso se trató de un vehículo de dos ruedas, así que lo correcto hubiera sido que nosotros cediéramos el paso ya que estos vehículos son menos estables…. pero Alfonso no lo hizo. Por suerte las separaciones fueron adecuadas y no hubo ningún percance, pero el examinador sí le hizo un comentario referente a tener cuidado con los vehículos de dos ruedas.
Durante el resto del examen, la otra incidencia que tuvimos fue en una de nuestras famosas rotondas. El examinador le pidió salir por la tercera salida que era un cambio de dirección a la izquierda y él salió recto. Realmente lo que hizo Alfonso también fue correcto porque no se puso en el carril de la izquierda y por el carril que circulábamos permitía continuar recto… pero hay que tener cuidado con las macas viales porque son igual de importantes que cualquier otra señal.
Para finalizar el examen le pidió una parada y era en batería. La maniobra la realizó correctamente: abriéndose para poderlo meter con mejor ángulo y guardando distancia con los vehículos estacionados. Sin embargo, delante teníamos otro vehículo parado y, la verdad, lo dejó tan cerca que me hizo sufrir y ya tenía un pie en el freno por si no se detenía. Recordar, guardar las distancias y no os compliquéis la vida… y, ya de paso, preocuparos por mi salud y no me hagáis sufrir así!!
Muchas felicidades Alfonso. Por fin tienes tu merecido carnet!!