El caso de Iván ha sido un claro ejemplo de evolución constante y de ir puliendo detalles hasta conseguir el ansiado aprobado del carnet. Encima conseguido a la primera, tanto el teórico como el práctico.
Iván es una persona muy nerviosa y, al principio de las prácticas, era muy brusco en el manejo del vehículo. Costó bastante tiempo que fuera relajándose y que, poco a poco, realizara una conducción más suave. Y menos mal, porque el examen ha sido completito: 40 minutos de duración, vía urbana, vía interurbana, estacionamiento…. no nos ha faltado de nada!
Antes de centrarme más en su examen, quisiera comentar algo general que veo que se repite mucho en los últimos exámenes: fijaros bien en los bordillos y medir bien las distancias. En el caso de Iván, pese a que ha hecho una buena observación en vía interurbana y en poblado, en varias ocasiones le ha faltado mirar más el bordillo en vías estrechas. Observar y medir bien la distancia que tenéis con el bordillo!
- Centrándonos en el examen, comentar que han habido algunas detenciones bruscas para buscar los peatones en pasos de peatones de visibilidad reducida. RECORDAR: Anticiparos antes de hacer las detenciones e ir a una velocidad más moderada. De esa forma, al hacer la detención la frenada es más suave.
- El momento más tenso ha sido cuando en un semáforo en rojo, el carril de la derecha estaba con conos y se ha quedado en medio de dos carriles y luego se han detenido coches a cada lado. Yo estaba pensando: «a ver cómo salimos de esta sin cortar la trayectoria a nadie y respetando la separación lateral». Iván finalmente ha optado por salir rápidamente cuando el semáforo ha pasado a amarillo intermitente y no pasaban peatones ni ciclos (porque había carril bici). El salir rápido es lo que le ha salvado, porque al principio llevaba idea de ponerse en el carril de la derecha, pero al ver que cortaba trayectoria, miró por el espejo izquierdo y tomó esa decisión porque era más segura al estar el coche más lejos.
Felicidades, Iván!! Muy orgullosa estoy de pedazo de examen, que no ha sido nada fácil.