Esta primera quincena de Julio han sido dos los aprobados del carnet. Han sido los casos de Nuria y Christian.
Como ha sucedido en quincenas anteriores, esta vez también hemos tenido un aprobado que no se ha conseguido su aprobado a la primera y quiero volver a reiteraros que lo importante no es aprobar a la primera, es aprender a conducir bien, cumpliendo las normas de circulación. Si se aprueba a la primera, fantástico! Pero si no se consigue, hemos de poner todo nuestro esfuerzo para mejorar o erradicar todos los fallos que cometemos, concentrarnos más y atender a las indicaciones del profesor. Aprovechar las prácticas al máximo, quitaros los nervios y a por el aprobado!
Nuria. Téorico a la primera y práctico a la tercera
Durante sus prácticas Nuria ha recibido unos cuantos golpes en el reposa cabezas, igual que cuando mi profesor me daba capones reales cuando cometía errores de pequeño. Y el golpecito que más se repetía es uno del que hemos hablado mucho en este blog: «no te precipites en los cambios de carril: miramos, señalizamos y con seguridad nos desplazamos!! No todo a la vez!!!». Pobre reposa cabezas, eh Nuria?? Ella bien que se reía mientras yo andaba mirando a todos lados…
El examen de Nuria ha sido de nota alta. Comenzó en conducción autónoma en dirección a Jefatura por el itinerario que decidimos durante las prácticas en la zona, pero el examinador empezó a dirigir el examen muy pronto. Le pidió girar a la derecha para comprobar algún que otro ceda el paso, alguna intersección con norma general (ceder paso a la derecha), etc… Evidentemente el examen no iba a ser ir recto hasta allí.
Ya cruzando el cauce del río cerca del destino, hay una glorieta partida donde nos pidió un giro indirecto a la izquierda que hizo Nuria perfectamente. Aquí recordaros que os fijéis mucho con las marcas viales: aunque estén en último lugar en prioridad entre señales no son menos importantes que otras. Nuria se posicionó en el carril adecuado y, a pesar de encontrarnos peatones cruzando por la calzada sin mirar, reaccionó bien moderando la velocidad. Recodad que hay que prever los movimientos de los demás, es lo que viene a ser conducción defensiva.
Al final examen aprobado pero, aunque no ha sido a la primera, estoy contento porque Nuria ha salido muy formada y eso, como decíamos al principio, es lo más importante. Se aprueba cuando se hacen bien las cosas y, si no ha sido antes es porque anteriormente no se hizo.
Enhorabuena, Nuria!!
Christian. Téorico y práctico a la primera.
Cuando estábamos esperando antes de empezar el examen, la charla la con Christian ha sido importante. A pesar de ser un alumno habilidoso en el manejo del vehículo y en la atención que requiere el tráfico, le vi falto de confianza en él, (más bien, consciente de la dificultad de pasar un examen de circulación). A eso hay que sumar un pequeño incidente que hubo entre el examinador y un alumno de otra autoescuela, que se examinaba antes de él, que aún nos puso mas nerviosos. Le repetí diez veces antes del examen que confiaba en él y que faltaba que el confiara en sí mismo.
Y tras la mentalización, nos subimos al coche y salimos desde El Saler en dirección a Valencia. El examinador iba dirigiendo desde el comienzo y llegado un momento nos desvió hacia la V-30 dirección Benetúser. Si yo iba un poco perdido, Christian más aún. Nos metió por calles un tanto peculiares e incluso en una sin salida, eso sí, indicándole que entrara a sabiendas que era cortada. Le pidió estacionar y una vez estacionado incorporarse de nuevo para pedirle un cambio de sentido y salir de esa calle. A esas alturas yo miré el reloj y ya llevábamos 26 minutos de examen.
Una vez acabado el laberinto, salimos hacia San Marcelino dirección jefatura, con Christian desmostrando mucho temple y una gran capacidad para aguantar la presión. Para terminar: parada en carril derecho de San Vicente, repentinamente, en un lugar donde estábamos obstaculizando la circulación pero que había que hacerla ya que la solicitó el examinador.
Por comentar algo del examen: recordad poner punto muerto para soltar el embrague y llevar el pie cerca del freno en situaciones que requieran una respuesta rápida.
En resumen, un examen más largo que un día sin pan: 42 minutos que merecen una felicitación extraordinaria.
Enhorabuena, artista!