Esta quincena sólo hemos presentado a Pablo a examen con un resultado perfecto: doblete!! Aprobado a la primera en el práctico y aprobado a la primera en el teórico. Chapeau!
Como indicábamos en el título, a conducir se aprende de dos formas: poniéndote tras el volante o de copiloto viendo cómo conducen y cómo actúan los demás. Con Pablo nos pasó algo que nos pasa con muchos otros alumnos, ver cómo se sorprendía de ver tanta imprudencia del resto de usuarios: peatones cruzando por donde no deben, ciclistas cruzando por los pasos de peatones, monopatines a toda velocidad y hasta carros de bebés que asoman por delante del que los empuja. Enseguida le hice comprender que esto se ve cuando conduces tú pero que lo ideal sería adelantarse y verlo también cuando vas de copiloto y aún no tienes el carnet. Como le dije: «cuando vamos a pie nos quejamos de los coches y cuando vamos en coche nos quejamos de todo». La cuestión es que el tráfico por desgracia es así y que lo que hay que hacer es prever, adelantarse a esos continuos peligros, observando todo lo que nos rodea para que nada nos pille desprevenidos.