Se acabó el verano y las vacaciones… y empezamos septiembre con dos nuevos aprobados del carnet: Manu, teórica a la primera y práctico a la segunda; y Marta, que venía de otra autoescuela, a la primera con nosotros.
El caso de Manu, que fue el primero en examinarse, es un caso especial porque es más que un alumno, es amigo de mi sobrino y lo conozco desde que tenía 14 años. Cuando hay una relación con el alumno, antes de convertirse en uno, me vuelvo mucho más exigente si cabe… Pero lo importante es que, aunque al principio le costó tomárselo en serio, finalmente ha conseguido su aprobado.
Su primer examen práctico fue un poco raro: nos tocaba una hora y un circuito… pero llamaron y nos cambiaron tanto una cosa como la otra. Encima aprovecharon para que lleváramos al examinador a Tráfico, aunque acabamos llevando a dos, aunque solo uno calificaba. Pero claro, guste o no, la tensión aumenta. En un principio todo fue perfecto hasta que se puso un semáforo amarillo fijo justo cuando estábamos encima. En estos casos, no nos debemos detener, pero hay que prever que el siguiente semáforo se pondrá en rojo en breve. Manu no reaccionó así, de forma que lo pasamos en rojo y le supuso el suspenso.
Tuvimos que esperar a que pasaran las vacaciones para realizar el segundo examen, así que ambos temíamos por si perdía habilidades… pero al contrario, no perdió nada. En el segundo todo fue perfecto salvo un detalle: al entrar en una rotonda con flecha amarilla intermitente, si no vamos hacia donde indica la flecha, podemos continuar pero controlando a los vehículos que tienen prioridad y valorar si podemos ir colocándonos hacia la derecha…. estando muy seguros de que no se modifica la velocidad y trayectoria del resto de vehículos. Por suerte, Manu controló muy bien esta situación. Felicidades!!!
Marta, por su parte, venía de otra autoescuela. Normalmente, cuando cambian es porque llevan varios suspensos a las espaldas y buscan un cambio en la forma de dar las clases, aunque en el caso de Marta sólo llevaba un suspenso. El tema es que nos siguió por Instagram y decidió venirse con nosotras. Muchas gracias por elegirnos!!
A Marta le pasó lo mismo que a Manu: le tocó esperar un mes para examinarse del práctico y nos preocupamos por la pérdida de práctica y, en su caso, por el cambio de vehículo que tuvo que realizar. Pero bueno, en cinco días pudimos corregir muchas cosas. Durante el examen su mayor problema fue la adaptación al vehículo ya que las frenadas que realizaba eran muy bruscas, hasta el punto que el examinador se lo comentó y tuve que explicarle el motivo por el que sucedió esto. El resto del examen… de lujo. Fue un placer ver cómo supo manejar el vehículo pese al cambio, la disciplina, el prever los movimientos de los demás… Excelente!
Estoy muy orgullosa de ti. Felicidades, Marta!