El jueves tuvimos el examen de conducir de Claudia y Natalia y ambas consiguieron sendos «perfects«: aprobadas las dos a la primera del examen práctico y del teórico.
Su examen me dejó sorprendida por cómo ambas intercambiaron sus personalidades y cambiaron radicalmente de actitud el día del examen respecto a su actitud durante las prácticas. Clau, que durante las prácticas estaba concentrada al 100%, durante el examen los nervios le traicionaron en más de una ocasión. Sin embargo, Natalia, que durante las prácticas me costaba que se concentrara y prestara más atención, hizo el examen calmada y MUY bueno.
Durante las prácticas de Natalia, como os comentaba, le hemos repetido y repetido muchas veces lo mismo: «vas sin rumbo», «tienes que controlar la velocidad», «tienes que controlas las maniobras» o «debes prever los movimientos de los demás». En lo referente al manejo de vehículo no hacía falta comentarle nada porque realizó muchas prácticas y eso le dio mucha destreza al volante, pero si se hubiera concentrado más en observar y prever, podría haber realizado muchas menos. En cuanto nos dieron fecha del examen, me concentré principalmente en repetirle los errores que cometía para que fuera al concienciada y no los cometiera.
Respecto a su examen podríamos comentar:
- En una avenida, Natalia circulaba por el tercer carril y si, en ese momento, le piden girar a la derecha, lo hubiera tenido complicado para hacerlo. De hecho se lo pidió y, por un lado, menos mal que la circulación no era densa y pudo colocarse en el segundo carril y girar; y, por otro lado, menos mal que no era un carril exclusivo para continuar de frente.
RECORDAR: hay que fijarse en las marcas viales y seguir sus indicaciones.
- Más adelante, en un giro a la derecha, circuló por el carril de la EMT más de lo que yo suelo enseñar.
RECORDAR: Si no circulan vehículos lo cruzamos y si circulan vehículos por dicho carril, nos desplazamos en el último momento sin modificar trayectoria y velocidad de los que circulan por dicho carril.
Poco más que añadir al examen práctico de Natalia. Comentar que fue bastante largo y terminó con un estacionamiento realizado perfectamente. Madre mía lo que me sorprendiste!!!
Al contrario que Natalia, Claudia pasó de una concentración total en las prácticas a ser un manojo de nervios durante el examen. Salió perfecta del estacionamiento haciendo las maniobras adecuadas para salir con la separación frontal adecuada, pero se le vía muy nerviosa y se notaba que dudaba de todo y había momentos que reducía demasiado la velocidad. Sin embargo, respecto a la observación, nada que objetarle… al contrario: observó perfectamente en los pasos de peatones, ciclos y previendo maniobras de otros vehículos.
Respecto a su examen debo resaltar:
- Tal era su nerviosismo que durante el examen el examinador le pidió un cambio de dirección indirecto y, como vio que dudaba, le preguntó: «¿me entiendes?». Clau no lo hizo de forma correcta aunque sí que permaneció a la derecha, al final hizo un giro a la derecha, cruzando la calzada reservada para los autobuses. Observó correctamente la circulación antes de realizar la maniobra pero madre mía que tensión hubo cuando pasó muy cerca del bordillo.
RECORDAR: Mirar los espejos para observar el bordillo. - Hubo una maniobra que causa muchos suspensos y es: en una vía saturada, cuando la circulación avanzó, coincidió que el semáforo estaba en rojo. Ella se dio cuenta y se quedó detenida. Muy bien, Clau!!
Al acabar el examen, Clau no estaba orgullosa de su examen… pero yo sí que lo estoy por el conjunto de tu formación. Durante las prácticas has demostrado un nivel excelente y una conducción perfecta, así que el hecho de que el día de examen no te salgan las cosas bien por los nervios no implica que no sepas hacerlo. De la misma forma, el , simplemente que estás nerviosa y y, de la misma forma, el examinador valoró el conjunto del examen, que es lo que se debe hacer, y la aprobó.
Felicidades, Trebolinas!!