Dejamos atrás febrero y encaramos un mes de marzo plagado de fiestas por la cercanía entre las Fallas y la Semana Santa que harán un mes casi tan corto como el pasado. En este post, ante la inminencia de tantas festividades y el aumento de desplazamientos, nos queríamos centrar en los neumáticos.
Antes que nada, revisión de los aprobados de este mes tras los pocos examinados en enero. En esta ocasión debemos felicitar a Hugo (teórico y práctico a la primera), Marco (teórico a la segunda y práctico a la primera) y Liz, Adriana y Óliver (teórico a la primera y práctico a la segunda). Enhorabuena a los cinco!!
Estado de los neumáticos
Si hay un post en internet que podría considerarse un mantra desde siempre, es aquel que dice: «Revisa tu coche antes de irte de viaje«. Y en Trebolcar no nos escapamos de esta moda porque creo que hemos hecho este post para las vacaciones de verano, para las de invierno, para cuando las condiciones climatológicas no son las mejores. Y en todos estos post siempre aparece el mismo consejo: revisa tus neumáticos. Pero, ¿qué tenemos que revisar exactamente?
Lo primero de todo es la presión de los mismos. Los coches cuentan actualmente con toda una serie de detectores e indicaros de fallos, anomalías y otros errores del vehículo. Uno de ellos es el testigo luminoso que nos indica que la presión de los neumáticos no es la correcta y que debemos hacer una parada en la manguera de aire de la gasolinera más cercana.
Una vez allí, ¿cómo saber qué presión debe tener el neumático? Entre la documentación que suele acompañar al vehículo, hay un apartado donde el fabricante nos indica la misma con o sin carga. No es lo mismo una presión cuando circulamos nosotros solos en el coche que circular con la mujer, dos hijos, el perro y cinco maletas en la baca. Últimamente también se ha optado por incluir dicha información en la parte interior de la apertura del depósito de gasolina (por si al verla queremos comprobarla).
Antes de comprobar la presión hay que recordar que la presión debe comprobarse con los neumáticos en frío, es decir, sin haber circulado muchos kilómetros previamente, ya que el calor que tendría el aire en el interior del neumático podría mostrar valores incorrectos.
Una vez confirmada la correcta presión de los neumáticos, ¿qué más deberíamos comprobar?
- Profundidad de la banda de rodadura (dibujo del neumático). La prueba que se suele hacer aquí es introducir una moneda de un euro dentro del dibujo y comprobar si se ve el borde dorado exterior de la misma. Si se ve significa que tiene un desgaste por debajo de los 1,6 mm legales, con lo que habría que cambiar el neumático.En este sentido también es importante revisar si el desgaste se está produciendo uniformemente en los cuatro neumáticos o no. Es cierto que el desgaste varía de los neumáticos de un lado a los del otro y entre los de delante y los de detrás, pero si observamos que al conducir el vehículo tiende a desplazarse más a un lado, ello podría indicarnos que el vehículo no está equilibrado o alineado y los neumáticos desgastados.
- Comprobar el estado de la rueda de repuesto y llevar un kit antipinchazos.
- Examinar el estado del neumático en sí para detectar marcas, grietas, objetos clavados o adheridos al mismo.
Importancia del correcto estado del neumático
El buen estado de los neumáticos afecta de varias formas al vehículo en sí. Por un lado, en referencia a la seguridad, un neumático con su presión correcta y en buen estado, responderá de forma más óptima a frenazos bruscos. Además, tendrá una mejor adherencia y se comportará correctamente en situaciones climatológicas adversas.
También es importante la presión a la hora de conducir ya que el coche circulará mejor, será más sencillo su manejo, más cómodo y la dirección no vibrará.
Por último y no menos importante: el estado de los neumáticos también influye en la eficiencia y en el ahorro de combustible al haber menor rozamiento con el pavimento.