Una maldita DANA y cómo reaccionar ante una riada

Una maldita DANA y cómo reaccionar ante una riada

Estas últimas dos semanas han sido de tal intensidad emocional que encontrar un momento para pararnos y escribir este post no ha sido fácil. Muchas noticias, mucha información, muchas explicaciones (malas), mucha inoperancia, muchas vidas perdidas… Ahora mismo lo mejor que podemos hacer es desearos a los que nos estáis leyendo que estéis bien vosotros y vuestras familias. Y si esta maldita DANA o, como se ha dicho toda la vida, esta gota fría os ha afectado, desearos todo el ánimo del mundo.

Antes de adentrarnos en cómo reaccionar al encontrarnos, esperemos que nunca, en una situación igual, toca hacer un paréntesis y felicitar a los aprobados del mes. Por ver algo positivo, en octubre han habido muchos aprobados y la mayoría plenos: Aarón, Ariadna, Jaume, Sofía, Teo y José Luis. Muchas felicidades a todos!!

¿Cómo actuar ante una riada?

Hemos hablado en muchas ocasiones en cómo debemos actuar cuando tenemos condiciones climatológicas adversas: nieve, lluvia, hielo o viento; pero, lo cierto es que en ningún momento se nos ocurrió pensar en una riada. Y si algo somos expertos en la Comunidad Valenciana, de clima Mediterráneo, es en crecidas rápidas de ramblas y barrancos que se llevan por delante todo lo que encuentran…. y gracias a nuestros gobernantes, lo que se suelen encontrar son edificios construidos en los propios barrancos (cuando no el pueblo entero), carreteras, centros comerciales, etc.

Riada
Riada. © DGT.

El principal consejo que se nos da desde la DGT es que si durante la conducción nos encontramos con una riada o una inundación, la mejor opción es dar la vuelta y buscar un camino alternativo. Intentar cruzar es lo más parecido que puede haber a jugar a la lotería: alguna vez consigues el premio y cruzas… pero en la mayoría de ocasiones, pierdes. Si no encuentras una vía alternativa, la mejor solución es dirigir tu vehículo a una zona elevada y a resguardo. Una vez allí a salvo, dispones de tiempo para ver cómo evoluciona la situación y esperar indicaciones de fuerzas de seguridad o bomberos.

Si por algún motivo la crecida es tan rápida que te encuentras en medio de la riada, lo primero que notarás en cuanto el agua alcance la mitad de la rueda (15 cm) es que éstas perderán adherencia y, en cuanto la superen (30 cm), el vehículo ya se verá arrastrado. Es por ello que no es recomendable atravesar zonas inundadas salvo que conozcamos perfectamente la profundidad de la calzada. En cuanto notemos que perdemos el control y que el vehículo se lo lleva la corriente, debemos salir rápidamente del vehículo, subiéndonos al techo del mismo para ser visibles,  y avisar a los servicios de emergencia.

Para salir del vehículo se suele recomendar hacerlo por la ventanilla pero, como los coches de hoy en día son todos eléctricos, ésta no funcionará en cuanto el agua llegue a los circuitos, así que las mejores opciones son: romperla con un objeto punzante o abrir la puerta que se encuentre a favor de corriente. En este segundo caso es importante esperar que el habitáculo se llene parcialmente de agua antes de abrirla, ya que si la presión es mayor fuera que dentro, entrará el agua más rápidamente y será complicado salir.

Como se ha indicado, lo más prudente es subirnos al techo del vehículo, pero si vemos que la corriente se lleva el vehículo, éste pierde el control o, sencillamente, caemos al agua, debemos nadar a favor de corriente hacia la orilla más próxima. Hay que evitar nadar de lado o contra corriente para evitar perder energía. Mejor nadar en diagonal, aprovechando la fuerza del agua y buscando algún objeto donde agarrarnos.

Consejo principal ante una DANA y una riada

Hemos visto cómo hay que actuar si nos encontramos ante una riada en mitad de nuestro camino… y aquí es donde queremos incidir: en mitad de nuestro camino. Muchos de los fallecidos en la DANA ha sido de personas que han bajado desde un lugar seguro a la calle o al garaje a salvar su vehículo. Y hay que ser claros: ningún coche vale tanto como una vida humana. Si el coche lo perdemos, perdido está. Si estamos a resguardo en un sitio seguro, no bajemos a mover el coche de sitio, sacarlo del garaje, intentar atravesar el torrente… porque, como hemos dicho antes, esto es una lotería y no siempre ganamos. Es más fácil que el coche se lo lleve la corriente con nosotros dentro, nos quedemos atrapados dentro del mismo en el garaje… y nada es más importante y más valioso que nosotros mismos y nuestros familiares.

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