Sí, tal y como suena. El caso de Bea ha sido un ejemplo claro de por qué hay que estar calmados y tranquilos en los exámenes. Bea es un manojo de nervios y cada examen, pese a hacerlo bien en varios de ellos, los nervios le han jugado malas pasadas que la han llevado a suspender.
En los dos primeros exámenes podría haber aprobado perfectamente, pero cuando le pedían la parada para finalizar el examen, se ponía tan nerviosa que suspendía. En el primero, estaba tan pendiente de la separación lateral que no miraba hacia delante y, si no llego a frenar, golpeábamos al vehículo que había justo enfrente. En el segundo examen se acercó tanto al hacer la parada que la separación lateral no fue la adecuada.
En el tercer examen romperé una lanza a favor de Bea porque realmente no fue justo su suspenso. Nos tocó un examinador nuevo y su forma de realizar el examen no fue correcta en mi opinión y así se lo comuniqué. En una intersección regulada por un Stop, no había nada de visibilidad porque un camión estaba mal estacionado en el lado izquierdo e impedía ver correctamente. Nos indicó girar a la derecha y Bea, correctamente, fue inclinando el vehículo hasta conseguir visibilidad. La mala suerte hizo que llegáramos de nuevo a la misma calle y al mismo cruce… y con el mismo camión allí parado. En ese momento el examinador le indicó que girara ahora a la izquierda. Esta maniobra no se le puede pedir porque si no hay visibilidad no se puede girar. Bea fue avanzando poquito a poco para tener visibilidad, pero llegado un punto apareció un a motocicleta, se asustó y le tocó el claxon. Si os pasa esto en algún examen, decirle al examinador que no podéis girar a la izquierda porque está prohibido en estas circunstancias.
Pero por fin hoy nos hemos tomado la revancha y hemos aprobado el carnet de conducir. El examen se desarrolló muy bien y tuvimos suerte de que nos tocó una examinadora que se preocupó por pedir la ficha del alumno para ver las prácticas realizadas. Pienso que todos los examinadores deberían pedirla para valorar el conjunto del examen. Además, tuvo a bien tranquilizar a Bea antes del examen. Punto para la examinadora! A resaltar del examen un momento en el que había un peatón en la calzada y Bea se detuvo. En estos casos, si no hay peligro de atropello, no debemos detenernos. Eso sí, recordar que cuando giremos en un cruce y hayan peatones en la calzada sí que hay que detenerse, aunque no exista paso de peatones, porque tienen prioridad.
Muchas felicidades, Bea!