Segundo mes post-cuarentena y, con toda la incertidumbre que nos rodea, lo único seguro empieza a ser el aprobado de nuestros alumnos en los exámenes. La clave de este mes es algo que llevamos repitiendo como un mantra desde que empezamos: observar, observar y observar…. La famosa RSM (Retrovisor – Señalizar – Maniobra) que este mes ha aparecido en todos y cada uno de los exámenes. El resultado: cinco aprobados como cinco soles: Andrea, Antonio, Javi, Damián y Valentín. Parece que los chicos se han puesto las pilas y este mes han seguido la senda que han estado marcando sus compañeras. Enhorabuena a todos!
Andrea. Teórico a la segunda y Práctico a la primera.
A Andrea le pilló el confinamiento justo cuando había comenzado las prácticas, así que a la vuelta estaba preocupada por si se le había olvidado todo. Pero no, al contrario que otros alumnos, ella se acordaba perfectamente.
Con Andrea me preocupaba mucho que no miraba apenas los espejos exteriores, simplemente miraba al espejo interior… así que al final opté por tapárselo para que se acostumbrara a mirar a través de los retrovisores exteriores. Lo más importante es que ella reconocía ese fallo y era consciente del peligro.
Del examen… nada que contar porque fue perfecto y la observación mejor todavía. Muy bien, Andrea!
Antonio. Teórico y Práctico a la primera.
Antonio ha sido, desde el principio, un alumno muy disciplinado. Con él tuve una corazonada cuando empezamos las prácticas porque veía que prestaba mucha atención y era muy serio al volante… y no me equivoqué. En las prácticas tenía fallos, como todos, pero al día siguiente corregía sus errores rápidamente e iba evolucionando y resolviéndolos posteriormente muy rápido. Vamos, un alumno ejemplar tanto por su capacidad para aprender como por su capacidad para dejarse enseñar con total seriedad. Un gustazo!!
Su examen ha sido en la zona de Malilla. Ésta es una zona que se caracteriza por sus estrecheces, por sus vías de servicio y por sus glorietas partidas. Los días antes del examen la dejamos bien machacada… y, obviamente, del examen no ha habido tampoco mucho que comentar porque también ha rozado la perfección. Ha cumplido con peatones, cambios de sentido en glorieta partida y convencional, con semáforos, distancias de seguridad y con una observación más que destacable (básico para mí).
Así que solo puedo desde aquí darte la enhorabuena por este aprobado y agradecerte la experiencia de ser tu formador, tanto por tu forma de ser como de entender la conducción, siempre dispuesto a mejorar.
Antonio, un placer.
Javi. Teórico aprobado previamente y Práctico a la primera.
Javi tenía el permiso A1 y eso se notó durante las prácticas por que su observación era excelente. Obviamente, el manejo es totalmente diferente y, al principio, era muy brusco en sus movimientos, pero poco a poco se hizo al coche hasta adquirir un MUY buen manejo del mismo.
También quería destacar de Javi el esfuerzo que realizó durante las prácticas porque le coincidieron con el examen de selectividad, así que vivió días de mucha tensión. Su primer aprobado lo ha tenido con nosotros, esperamos en el selectivo las notas sean igual de buenas. Un gran trabajo!
Ya en el examen quedó más que patente su excelente manejo del vehículo. Es más, a principio del examen el examinador ya me hizo un comentario sobre su soltura en la conducción ya que, al principio del examen, tuvo que cambiar de carril porque en conducción autónoma debía posicionarse correctamente para subir un puente. Como había tráfico, Javi dio un acelerón para meterse en el carril correcto.
Aprovecho su examen para comentar que las señales de Ceda el paso y Stop tienen forma diferente para que los conductores sepan qué señal tienen los demás. En su examen Javi se detuvo en una intersección donde le salían por la derecha, pero se dio cuenta de que tenían un Stop y continuó la marcha. Excelente!
Muy orgullosa de ti. Felicidades!
Damián. Teórico y Práctico a la primera.
Damián vino de otra autoescuela con varios suspensos en la teórica, así que nos pusimos las pilas con él y, como siempre, las clases intensivas dieron su fruto: aprobado a la primera.
En las prácticas nos dimos cuenta que sabía manejar el vehículo, que no es lo mismo que saber circular, y que tenía muchos vicios como sujetar el volante con una mano o abusar del embrague. Pero poco a poco los fue corrigiendo.
Su examen se alargó durante más de media hora y lo hizo todo prácticamente perfecto excepto al final. Durante el examen pasaríamos por cerca de veinticinco pasos de peatones y, en los de visibilidad reducida, lo hizo perfectamente: reducía la velocidad hasta estar al 100% seguro. Pero justamente en el último se vino arriba porque vio la calle donde finalizaba el examen y no se comportó como debía ya que, por unos contenedores, era de visibilidad súper reducida. Por suerte el examinador evaluó el examen al completo y no hubo más problema, aunque le recordó un vicio que tenía: señalizar antes de mirar por los espejos. Recordad la regla del RSM.
Muchas felicidades, Damián! Y muchas gracias por confiar en Trebolcar y recomendarlo a tus amigos.
Valentín. Teórico a la primera y Práctico a la segunda.
Valentín ha tenido que madrugar para hacer su examen. A las ocho de la mañana salíamos de la estación del Ave en dirección a Malilla. Durante las prácticas estuvimos planificando el itinerario de manera que durante la conducción autónoma realizara un itinerario más complejo y demostrara su soltura en la conducción y el cumplimiento de las normas de circulación.
Nada más rebasar el primer cruce preparamos un cambio de sentido con un stop en la mediana, seguido de un ceda el paso horizontal para ceder a un carril bus. En la tercera intersección, cerca de Jefatura, con un semáforo amarillo intermitente, giramos a la izquierda en un cruce sumamente complejo porque es fácil quedarse en medio obstaculizando la circulación. Recordad: si prevemos que nos vamos a quedar en mitad del cruce porque hay vehículos dentro y vamos a obstaculizar la circulación, no entrad. Esperad y hacedlo en el siguiente semáforo.
Pasado el tramo más complicado el examinador comenzó a dirigir y, para empezar, nos situó en una vía de servicio con unos Ceda el paso muy peculiares ya que existe un ángulo muerto en el retrovisor según dónde te posiciones, con lo que hay que girar la cabeza y mirar por la ventanilla para ver si entran vehículos desde la calzada principal.
Lógicamente, por el nivel demostrado en la conducción autónoma y visto que cumplió perfectamente tres intersecciones más, el propio examinador optó por finalizar en dirección al punto de llegada. Al bajar, este examinador siempre suele hablar con los alumnos y les da consejos. A Valentín le dio la enhorabuena y le recordó que no se trata de cumplir en el examen, se trata de cumplir las normas siempre cuando tu profesor no está. Y añadió: «Sigue circulando siempre como hoy, observando igual, cumpliendo igual las normas…». Después, ya solos, el examinador me lo volvió a comentar: «Muy bien el chaval. Enhorabuena, José».
Así pues, enhorabuena Valentín! El examen ha sido realmente de nota alta.