Llevábamos dos meses con un buen número de aprobados del carnet de conducir (seis en mayo y en junio) tras un año donde la DGT nos complicaba presentar más alumnos a examen. Pero este mes de julio estamos orgullosos de confirmar que ha sido nuestro mejor mes de aprobados desde que abrimos. Lo dicho, cuesta abajo y sin frenos: 22 aprobados en estos tres meses, diez aprobados durante este mes, cinco con pleno y todos el teórico a la primera: Lisette, Sofía, Claudia, Lubin y Dani (teórico y práctico a la primera); Liliana, Isaac y Josep (teórico a la primera y práctico a la segunda); María José (teórico a la primera y práctico a la tercera) y Lucía (teórico a la primera y práctico tras varios intentos).
Enhorabuena a todos (también a nosotros)!!!
Pensando en la expresión antes dicha de «cuesta abajo y sin frenos», casi que éste sería un buen momento (en plenas vacaciones y con miles de desplazamientos), para hacer un post sobre los frenos, distancias de frenada, tiempo de reacción…
¿Cómo usar correctamente los frenos?
Si hay dos verbos que repetimos constantemente en las autoescuelas son los de prever y anticiparse. Hay más, pero estos dos se llevan el premio a los más repetidos. Sin embargo, la realidad nos demuestra que a la hora de conducir, anticiparnos y saber prever el comportamiento del resto de conductores es lo que nos va a evitar muchos accidentes y problemas al volante (además del sentido común).
Lo primero, antes de coger el coche, especialmente en desplazamientos largos y por carretera, es confirmar con un experto el correcto funcionamiento del sistema de frenos. Según nos indica la DGT, en 2021 más del 10% de los problemas detectados en las ITV estaban relacionados con los mismos. Así que, antes de lanzarnos a la carretera, no es mala idea que un profesional los revise y solucione cualquier problema.
Respecto a su uso, si la circulación es tranquila y sin excesos, el freno debe emplearse con suavidad, con previsión, sin frenazos que sobrecarguen el sistema. Además, evitar frenazos bruscos y constantes simplemente generar un mayor desgaste de las pastillas y los discos, además de un mayor consumo de gasolina.
Situaciones donde saber utilizar los frenos
En su artículo en la revista de la DGT, Carlos Nicolás Fraile nos presenta siete situaciones donde debemos observar, anticiparnos y utilizar los frenos como se debe.
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Detenciones
Principalmente al acercanos a un semáforo, un stop, un paso de peatones o en caso de atasco. La opción correcta sería desacelerar e ir pisando el freno lentamente con la marcha más larga hasta la detención.
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Curvas
Tanto da si son más o menos pronunciadas. Lo aconsejable es frenar previamente a la llegada de la curva para evitar frenar en ella. Llegar a la misma con exceso de velocidad y frenar en la propia curva, simplemente hará que el vehículo se salga de la calzada.
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Salidas de autovías y autopistas
Primero que nada nos debemos colocar en el carril de la derecha con antelación para evitar maniobras bruscas sin margen de maniobra a esas velocidades. Una vez en la salida, frenar en la propia salida, no en la autovía o autopista, para evitar riesgos de colisión.
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Distancia de seguridad
Otro clásico de las autoescuelas. Para evitar colisiones con los vehículos que nos preceden, hay que mantener una distancia suficiente que consideremos que nos permita mayor margen de maniobra en caso de frenazo brusco.
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Interesecciones
En la aproximación a intersecciones donde vamos a girar hay que seguir tres pasos: adaptar la velocidad a la maniobra a realizar (al igual que en curvas), señalizarla correctamente con antelación para avisar al resto de vehículo y observar la circulación y el tráfico antes de realizar la maniobra.
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Frenada de emergencia
Pese a circular con la velocidad adaptada al tipo de vía, es posible que se produzca una circunstancia de peligro que nos obligue a detener el vehículo bruscamente. Para realizar la frenada de emergencia se debe apretar al mismo tiempo el freno y el embrague a fondo. De esa forma aprovechamos toda la potencia de frenado del vehículo.
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Pendientes pronunciadas y largas
Las carreteras de montaña son las típicas vías donde se exige una mayor concentración al volante y una constante adaptación de velocidad y ajuste de marchas, especialmente en condiciones adversas. Así pues, circular a una velocidad moderada, sin uso excesivo del freno, solamente de forma ligera para adaptar la velocidad, es la forma más óptima de circular por ellas.